Desde pequeño conocí los sonidos industriales: la danza de las máquinas moldeando piezas y retorciendo hule son parte de mis primeras experiencias en algún lugar que no fuera mi casa.
Pienso en esto porque quienes nos dedicamos a la manufactura encaramos dos retos importantes: el trabajo de campo, que implica entender los procesos, y la estrategia de negocio, cada vez más especializada.

Carlos González, director general de Hultek.
» Carlos González, director general de Hultek.
El Censo Económico 2022 del Inegi dice que la esperanza de vida de los negocios es de 7.8 años, si bien en la manufactura la media es de 9.7, tampoco es tan alentador conociendo de primera mano lo que esto significa.

Sacar adelante un emprendimiento en la manufactura es riesgoso y agotador, no solo por la falta de insumos, sino por el desconocimiento que existe, por ejemplo, menos del 1% de estas Pymes cuentan con una certificación internacional.

Esto es altamente crítico, pues con el auge del fenómeno nearshoring, significa que su participación será limitada. Obtener una ISO puede costar hasta 200 mil pesos, pero su precio incrementa durante la auditoría, compra de nuevo equipo, digitalización, entre un largo etcétera.
A esto se le suma lo difícil que es acceder a un crédito. El Banco de México señala que las tasas de interés altas, los numerosos requisitos y los términos nada flexibles son las principales razones que limitan a las Pymes.

Este tipo de problemas no son nuevos. Hace más de cuarenta años, cuando se sentaron los cimientos de Hultek, la tecnología era escasa, la maquinaria no se conseguía fácilmente y destacaban los procesos artesanales.

El desarrollo era una apuesta de ensayos y errores, además de un importante riesgo financiero.
Hoy, incluso para los peces grandes, hablar de robotización o automatización es tocar fibras sensibles, así que exigirle esto a las PyMes es demasiado, considerando lo disparejo que es el juego.

Pero estamos en buen momento para generar programas y estrategias de desarrollo para garantizar su subsistencia. Los líderes debemos marcar el camino y ayudarlos a integrarse a grupos que ofrezcan un impulso extra.
A final de cuentas, al igual que ellos, también empezamos de la misma manera: con el sueño de emprender.