EN BREVE/
< Aun en medio del caos internacional y arancelario, México conserva ventajas competitivas únicas: ubicación, tratados, fuerza laboral y cadena de suministro consolidada. El reto es que empresarios e inversores traduzcan estas fortalezas en decisiones ágiles, a pesar de la complejidad. >
Desde la renegociación del TLCAN hacia el T-MEC, México se ha mantenido como un socio estratégico de Estados Unidos. Sin embargo, las políticas arancelarias de las últimas administraciones estadounidenses han sacudido los cimientos del libre comercio.
“Nunca se había vivido este nivel de incertidumbre”, señaló Lugo, haciendo énfasis en cómo las empresas enfrentan la volatilidad normativa: “Las empresas pausan sus decisiones para invertir en el mediano o largo plazo ante un entorno impredecible, donde los aranceles se imponen o eliminan de un día a otro, sin reglas claras”.
Sectores como el automotriz, el acerero, el aluminio y los dispositivos médicos han sido particularmente afectados.
Sin embargo, Lugo destacó que, a pesar de este panorama adverso, México mantiene fortalezas competitivas innegables.
“México y Canadá están un poco mejor parados que el resto del mundo”, dijo, destacando la importancia de seguir dentro del paraguas protector del T-MEC, lo que permite exportar sin aranceles si se cumplen las reglas de origen.
El país ofrece una combinación de elementos difícil de igualar: ubicación estratégica, fuerza laboral calificada, experiencia industrial, costos competitivos y la red de tratados de libre comercio más grande del mundo.
“Tenemos los salarios, el know how, la logística… seguimos siendo la mejor opción para hacer negocios”, reiteró la experta en tratados comerciales de Prodensa.
Por su parte, Sergio Reséndez, director general de Colliers en Monterrey comentó respecto al tema de los aranceles, que estos son no son intrínsecamente negativos. “No son ni buenos ni malos… son las reglas del juego”, afirma el directivo. “Lo que sí saca de balance a las empresas es que no hay una regla clara”, dijo.
En ese marco, el tratado TMEC se vuelve escudo protector: “Si cumples con las reglas del tratado… no pagas aranceles”. Pero cumplir esas reglas no es sencillo. “Se vuelve tan complejo que mejor las empresas dicen: que lo haga alguien que es experto”.
Recalcó que México se enfrenta a un entorno cargado de incertidumbre, pero también de oportunidad. La clave está en la preparación: asegurar cumplimiento normativo, adaptarse a nuevas reglas, fortalecer infraestructura y confiar en el valor estratégico del país.
“El mundo no se puede detener… la industria no se va a detener… y Monterrey va a seguir siendo muy atractivo”, concluyó Sergio Reséndez.
Nearshoring: impulso detenido, pero latente
El fenómeno del nearshoring tuvo su auge tras la pandemia, cuando empresas globales se vieron obligadas a reconfigurar sus cadenas de suministro.
“Hubo un auge… muchas empresas que ya estaban en México… decidieron trasladar más operaciones y crecer en el país”, explicó Lugo, aunque en estos momentos, por el clima arancelario actual se han puesto en pausa nuevos anuncios de inversión.
“No hubo realmente mucha inversión nueva”, aclaró, señalando que el crecimiento provino en gran parte de expansiones de empresas ya presentes en el país. La llegada de nuevas compañías, en especial de origen asiático, ha sido limitada por la presión geopolítica entre China y Estados Unidos.
Para Reséndez la baja en el nearshoring o inversiones en el país y específicamente en Monterrey, se debe a una tendencia del ciclo “normal del mercado”, la cual después de un boom récord en años pasados, tiende a disminuir.
“No es que esté mal el mercado inmobiliario industrial, sino que es parte del ciclo. Así como suben bajan, y hoy nos encontramos no en una baja, sino en una desaceleración lo cual creo que es importante, porque nos va a permitir respirar un poco a los propios desarrolladores de parques industriales que se vieron en la necesidad de invertir y construir parques y espacios industriales para atender la gran demanda que se vivió en años pasados, por el boom del nearshoring”, dijo Reséndez.
Impulsarán desarrollo logístico e industrial
El auge del nearshoring ha obligado a replantear los mapas industriales del país. La cercanía con Estados Unidos, el talento laboral, y el creciente interés de empresas por establecer cadenas de suministro regionales, han impulsado la demanda de suelo industrial. Es aquí donde el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) entra en juego: como columna vertebral logística, con conexiones ferroviarias, portuarias y carreteras que acelerarán la movilidad de mercancías entre el Golfo de México y el Pacífico.
Este es uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno mexicano para fortalecer la logística el cual promete mover 1.4 millones de contenedores anuales entre el Golfo y el Pacífico “en menos de seis horas”, según fuentes oficiales. También se proyecta que genere 550,000 empleos y aporte entre 3 % y 5 % al PIB nacional.
Y con la intención de fortalecer la logística en México es que recientemente, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la construcción de 116 parques industriales en todo México, con un enfoque especial en el sur-sureste y una inversión que podría superar los 5 mil millones de dólares. Esta estrategia será impulsada principalmente por el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), consolidando una visión de integración regional con beneficios logísticos y de atracción de inversión extranjera.
“El Interoceánico es algo que hace algunos años no existía en los planes de inversión, y hoy una parte muy importante de nuestros asociados está considerando y está haciendo análisis”, expresó Héctor Ibarzábal, consejero de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP) y CEO de Fibra Prologis.
De acuerdo con el director del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec que abraca los estados de Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas, las obras avanzan.
“Dicho proyecto busca consolidar una nueva plataforma logística para la región, con una población beneficiaria superior a cinco millones de personas e involucra a 120 municipios”.
Señaló que como parte de las acciones para consolidar dicho corredor es que se rehabilitarán más de 1,200 kilómetros de ferrocarril interoceánico en las líneas Z, FA, y K. Se construirán 30 laderos; 610 puentes, 42 estaciones, 8 patios de transvase, y se construyeron 1,583 obras de drenaje transversal.
Se estima que el CIIT fungirá como una alternativa comercial al Canal de Panamá pues no solo conecta a Veracruz con Oaxaca, sino que permite la conectividad entre los océanos que rodean a nuestro país.
Paro Mónica Lugo este proyecto suena muy bien en la teoría, pero en la práctica se considera sumamente costoso, sumamente impráctico logísticamente. La falta de infraestructura básica, inversión pública insuficiente y tiempos logísticos poco competitivos hacen del corredor un proyecto aún lejano de su potencial. En contraste, regiones como el Bajío y el norte del país ya funcionan como hubs logísticos eficientes, con formación de talento, universidades técnicas y ecosistemas empresariales probados.Aranceles en acero
La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero, CANACERO, informó que rechaza la injustificada decisión del Gobierno de Estados Unidos de imponer y aumentar los aranceles a las importaciones de acero provenientes de México.
Refiere que los aranceles del 25% y ahora del 50% afectan principalmente a sus socios comerciales y a la cadena de valor en la región, ya que China y otros países de Asia aumentan subsidios y deprecian su moneda para evadir dichos aranceles.
La Canacero considera que la mejor solución para combatir la sobrecapacidad global de acero y las prácticas desleales de comercio es trabajar coordinadamente como región.
“El acero mexicano no representa una amenaza para el mercado estadounidense; al contrario, somos complementarios y nuestro país está completamente abierto a las exportaciones de EE. UU”, señala la Cámara.
Por su parte, Julio Galván, gerente de Estudios Económicos en la Industria Nacional de Autopartes (INA) señaló que cualquier tema de aranceles puede afectar directamente a la industria de autopartes, sin embargo, las empresas en nuestro país se adaptan a la demanda norteamericana.
“De aplicarse un arancel del 50% al acero y el aluminio, el impacto podría rondar los 6,289 millones de dólares, dependiendo del contenido metálico de cada autoparte”, dijo.
