Ser fan de la serie de películas “Volver al futuro”, llevó a Víctor Kevin González Beltrán a iniciar su propia empresa y convertir en una realidad los famosos tenis autoajustables que el protagonista, Martin McFly, presumía en las cintas.
El joven, de 17 años y estudiante de preparatoria en la UERRE en Monterrey relató que comenzó a investigar cómo desarrollar un par de tenis con un sistema eléctrico que permitiera que las cintas se ajustaran automáticamente y al gusto del usuario.

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Conseguirlo le tomó dos años y poco más de 50 pares de tenis que fueron destruidos, pero ahora, el resultado es palpable en un calzado deportivo que lleva el nombre de Voltage, su propia marca que está por lanzar al mercado a través de una campaña de crowdfunding.
Aunque en el mercado ya existen unos tenis autoajustables, que Nike presentó en el 2016, de acuerdo a la opinión de González Beltrán, estos tienen algunas desventajas, por lo que él siguió adelante con su proyecto personal.
“Por ejemplo, el costo del calzado era de 720 dólares, y además solo se puede conseguir en ciertas partes de Estados Unidos y se tienen que conectar a la corriente cada dos semanas”, recordó.
Pero ahora su innovación está lista. ¿El resultado? Un par de tenis que con un botón ajustan las cintas al gusto del usuario, y que cuenta con una batería que se recarga con cada paso que se da, y que además ofrece un tiempo de vida estimado en un año y con un costo tres veces menor al que oferta el calzado de la marca Nike.


El joven innovador indicó que el precio de sus tenis Voltage estarán a un precio de 250 dólares y que el cliente podrá personalizarlos a través de un sitio de internet que sigue en construcción.

En el camino de la innovación
Cabe señalar, que éste es el primer proyecto que organiza el estudiante, quien también planea seguir su preparación académica con una licenciatura en Negocios Internacionales.
Su objetivo es acercar la tecnología a las personas, pues aseguró que, aunque cada día hay innovaciones, estas no son accesibles para la mayor parte de la población, y eso es algo que desea cambiar.
“Existe tecnología muy nueva, pero lamentablemente es demasiado cara, y sinceramente no se me hace justo que no todo el mundo pueda adquirirla o tener acceso a ella, o darle el uso que se debería y es lo que quiero fomentar con esta empresa”, dijo.
Los tenis son producidos por un proveedor local en colores blanco, rojo, rosa y negro, y el joven innovador se encarga de armar el sistema que va dentro de la suela del calzado y que hace que las cintas se ajusten automáticamente.