Cuando se habla de recubrimientos superficiales, uno de los grandes referentes en México es Galnik, una empresa mexicana con 32 años de experiencia, y con más de 20 procesos productivos, que cubre las necesidades de las más importantes OEM’s.

Galnik es uno de los grandes referentes de recubrimientos superficiales en México.
» Galnik es uno de los grandes referentes de recubrimientos superficiales en México.
Para la empresa establecida en Querétaro, llegar a ese nivel de reconocimiento ha sido un camino largo, que ha dejado grandes satisfacciones: como ser la primera empresa mexicana en ser reconocida por tres años consecutivos como una compañía Top Shop, por parte de Products Finishing.

En entrevista con Somos Industria, Renato Villaseñor, director de Galnik y miembro fundador de la Asociación Mexicana de Industriales de Acabados Superficiales (AMAS), atribuyó ese éxito a factores como servicio y atención al cliente, reinversión de flujos para incrementar capacidad productiva, así como evaluación y control estadístico de los procesos productivos.

También destacó el valor de contar con Sistemas de Gestión Certificados como el Sistema de Gestión de Calidad, gestión Ambiental y gestión del Talento Humano. Respondiendo a la pregunta ¿Qué buenas prácticas nos podría compartir como ejemplo? El directivo señaló que la empresa se ha enfocado en brindar una excelente atención y estar disponibles para sus clientes.

“Algo que hace que la diversión de trabajar en Galnik sea constante, es la posición que la compañía juega en la cadena de suministro, ya que normalmente somos el último proceso antes que las partes lleguen al Tier1 o al OEM, para realizar ensamble final, por lo que cualquier falla en algunas de las etapas productivas del producto afecta los tiempos que Galnik gestiona para aplicar el acabado,esto nos ha permitido optimizar tiempos de reacción, así como disponibilidad 24/7 con nuestros clientes; esto es posible gracias al profesionalismo del personal que labora en Galnik, factor clave dentro de la industria”, explicó Villaseñor.

Entrenamiento y conocimiento técnico a la orden de todos.


Fue en 2014 cuando un grupo de empresarios decidieron que una manera de mejorar la competitividad era el unir fuerzas y establecer redes de apoyo y comunicación y así mejorar los niveles de profesionalismo en la industria, expresó Renato Villaseñor. Así, nació AMAS.

A partir de esto, las empresas han colaborado en atacar problemáticas comunes y han aprendido que trabajar juntos incrementa las posibilidades de éxito y de mejorar las cadenas de valor en el país.

“Hemos podido consolidar una industria unida, lo que nos permite ser más competitivos y sin importar el tamaño de empresa podemos acceder a proveeduría internacional, cursos, entrenamientos, ya que unidos como asociación nos permite gestionarlos en México, antes teníamos cada empresa de manera independiente gestionarlos en otros países”, indicó.

Para Galnik, no solo trabajar en red con otras empresas en AMAS, sino a través de otras asociaciones como el Clúster Automotriz de Querétaro le ha dejado beneficios y la oportunidad de que, a través del trabajo colaborativo, se logra hacer frente de una manera distinta situaciones como la vivida en 2020.
“La experiencia de colaborar, el escuchar y aportar termina siendo muy positivo”, aseguró Villaseñor.