Según el Banco Mundial (BM) en su informe Perspectivas de la Economía Global 2018, el comercio mundial volvió a tomar un impulso considerable respaldado por las constantes inversiones. Después de un 2017 mejor de lo esperado se prevé un repunte de las economías emergentes y en desarrollo aunque señalan que la recuperación de la crisis del 98 aún no es plena.
Sin embargo, señalan en dicho informe que estos cambios se tratan de una mejora a corto plazo pues la desaceleración del crecimiento se puede hacer notar en la próxima década.
Jim Yong Kim, Presidente del Grupo Banco Mundial dijo en rueda de prensa que, esta amplia recuperación en el crecimiento mundial es alentadora, pero no es momento de adoptar actitudes complacientes.

Se espera un repunte de las economías emergentes.
» Se espera un repunte de las economías emergentes.

“Es una gran oportunidad para invertir en capital humano y físico. Si los responsables de diseñar políticas de todo el mundo centran sus esfuerzos en estas inversiones clave, podrán incrementar la productividad de sus países, fomentar el crecimiento de la fuerza laboral y acercarse a los objetivos de poner fin a la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida”, dijo.
Después de la crisis global del año 98 se estima que este 2018 será el primer año en que la economía mundial funcionará cercano a lo que es una capacidad plena. Sin embargo, se prevé que esta desaceleración disminuirá por lo que será de gran importancia que los responsables de diseñar políticas tengan una visión más amplia, que vaya más allá de los instrumentos monetarios y fiscales que se utilizan para estimular el crecimiento a corto plazo e ideas estrategias e iniciativas que permitan tener un impulso a largo plazo.


Un panorama riesgoso por cuestiones geopolíticas
Los riesgos adversos son claros pues el endurecimiento abrupto de las condiciones internacionales de financiamiento pondrán truncas la expansión, así como el incremento de las restricciones al comercio y la cada vez más creciente tensión geopolítica que podría aminorar la confianza y perjudicar la actividad, según lo detalla el informe.
Se espera que en las economías avanzadas el crecimiento se modere ligeramente hasta ubicarse en el 2,2% en 2018, a medida que los bancos centrales eliminen de forma gradual las iniciativas adoptadas después de la crisis, y el repunte de las inversiones se normalice.
En los mercados emergentes y las economías en desarrollo en su conjunto, el crecimiento se consolidará hasta alcanzar el 4,5% en 2018, dado que la actividad de los países exportadores de productos básicos continuará recuperándose.