La industria automotriz afronta dos grandes retos: la recuperación post-covid y la transformación normativa consecuente del T-MEC. Ante un impredecible clima financiero, los fabricantes de automóviles deberían aceptar la colaboración con múltiples socios para obtener resultados positivos y superar expectativas de crecimiento.
EN BREVE/
< Es importante afianzar y desarrollar relaciones estratégicas con aquellos proveedores que se alineen a los objetivos del negocio para contener esta etapa de cambio en el sector. >

En el estudio The future of the automotive value chain, de la firma de consultoría Deloitte, se enfatiza que una de las rutas que tienen las compañías automotrices para adaptarse al cambio es una adecuada gestión con los proveedores. En los años venideros, el establecer acuerdos de cooperación estratégica será más importante que nunca.

“A medida que las condiciones del mercado automotriz cambien, las empresas deberán procurar que los suministradores sigan alineados con sus objetivos comerciales”, señaló María Rosa Eseverri, directora de Marketing de Dickies, marca de ropa de trabajo con años de experiencia en el abastecimiento de vestimenta para este sector.

Eseverri da un ejemplo mencionando una de las nuevas cláusulas del T-MEC: los próximos lineamientos establecen de manera estricta que el 70% de las compras de acero y aluminio que realizan las armadoras deberán hacerse en México, Estados Unidos o Canadá. Lo anterior obligará a muchas compañías a revaluar su relación con su proveedor actual de tales materiales.

La transformación profunda que experimentará el sector automotriz provocará que las compañías replanteen sus relaciones comerciales.
» La transformación profunda que experimentará el sector automotriz provocará que las compañías replanteen sus relaciones comerciales.
Indicó que frente a cambios de esa índole hay dos opciones centrales: cambiar el proveedor de manera definitiva o instaurar una línea de cooperación bilateral con el vigente socio abastecedor. En tal sinergia “empresa-proveedor” el objetivo será anticiparse a tendencias comerciales y preparar tácticas que amortigüen posibles riesgos para ambas partes.

Producción nacional


Otra notable modificación del T-MEC que señaló Eseverri es que del total de vehículos producidos en el país, al menos el 40% deben estar fabricados en plantas manufactureras donde la paga sea 16 dólares por hora, porcentaje que se incrementará cada año y que podría afectar los presupuestos de las empresas, así como la continuidad de los contratos comerciales con proveedores.

En 2019, México captó tres mil 939 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED) gracias a la producción de automóviles y camiones, según datos de la Secretaría de Economía. Y se prevé que con la introducción del T-MEC en 2021, la cifra aumente de manera considerable, una estimación que tanto proveedores como empresas deben tener en la mira.

“Si un proveedor conserva o mejora la calidad del servicio o producto y muestra un interés genuino por los cambios en las reglas de las industrias de sus clientes, seguro continuará como un socio de confianza. Ésta es la razón por la cual, pese a la crisis, nos mantenemos pendientes de la industria y en el top-of-mind de las compañías automotrices, respaldados por la durabilidad de nuestras prendas”, concluyó la representante de Dickies.