La aplicación práctica de estas tecnologías ya ha mostrado resultados. En entornos industriales y de construcción, sistemas de visión por computador alcanzan precisiones superiores al 95% en la detección de uso de equipo de protección personal, reduciendo falsas alarmas y permitiendo la corrección inmediata de incumplimientos.
En minería y transporte pesado, los sistemas de proximidad inteligentes incrementan hasta 75% la detección de riesgos de colisión, mientras que las alertas de fatiga han demostrado reducir en 94% los eventos críticos vinculados con somnolencia al volante.

La solidez normativa es otro punto clave. La reciente publicación de la ISO/IEC 42001, primer estándar internacional para sistemas de gestión de inteligencia artificial brinda un marco complementario a ISO 45001 para garantizar que la adopción tecnológica sea segura, ética y transparente.
Cuando la institución implementa su sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo (SGSST) conforme a la norma ISO 45001, no se limita solo a generar trámites o documentos: edifica el esqueleto del sistema, involucrando activamente a los trabajadores, detectando peligros y mejorando el desempeño en salud y seguridad.
La norma ISO/IEC 42001, por su parte, no añade un simple adorno, sino que aporta reglas precisas para gobernar la inteligencia artificial al definir el propósito ético de los modelos, exigiendo calidad de los datos, confirmando la validación e incorporando controles humanos “in the loop”, garantizando también la trazabilidad de todo el ciclo de vida del sistema de IA.
De hecho, estudios recientes muestran que las empresas con sistemas certificados según estándares de seguridad y salud ocupacional obtienen mejoras medibles; por ejemplo, aquellas con SGSST certificados han logrado reducciones de hasta 22.6 % en la frecuencia de accidentes laborales, y de 29.2 % en la gravedad de estos (Health & Safety International)
No obstante, la incorporación de IA también introduce riesgos emergentes: vigilancia excesiva, sesgos en la asignación de tareas o dependencia tecnológica que puede generar falsas confianzas. Estos aspectos deben tratarse dentro del ciclo de mejora continua de ISO 45001, reforzado con evaluaciones de impacto ético y auditorías periódicas conforme a ISO/IEC 42001.