En el Centro de Investigación en Materiales Avanzados (CIMAV) preparan a los profesionales de la industria para que conviertan a la ciencia y la tecnología en productos que puedan ser comercializados y brinden negocio.
La Maestría en Ciencias en Comercialización de la Ciencia y Tecnología (MCCT), explicó el doctor Francisco Servando Aguirre Tostado, director de la Unidad Monterrey del CIMAV fue instaurada hace nueve años en el Centro y busca que los investigadores salgan de su zona de confort y busquen oportunidades de negocio en proyectos innovadores.

Francisco Servando Aguirre Tostado, director de la Unidad Monterrey invita a profesionistas a prepararse en esta materia.
» Francisco Servando Aguirre Tostado, director de la Unidad Monterrey invita a profesionistas a prepararse en esta materia.

“No hay nada similar en el país, la maestría te enseña tanto la metodología de prospectiva, evaluación, te enseña a identificar cuál es la mejor salida para una tecnología, cuando está en las etapas tempranas de la gestación, y cuando todavía puedes tomar decisiones”, señaló.
La maestría fue traída a México por el CIMAV, pero cuenta con el apoyo de la Universidad de Texas en Austin.
El directivo, que también es investigador en el CIMAV explicó que preparar a las personas en esta maestría les permite hacer un “prueba y error” más eficaz, que les permite llegar a un resultado positivo y con posibilidades a futuro desde una etapa temprana.


“La primera razón por la cual un proyecto falla es porque no hay mercado. Y aquí les enseñamos por qué es tan importante invertir tiempo y dinero en un buen proyecto, cómo decidir cuándo debes eliminar un proyecto que no tiene futuro porque solo te va a consumir recurso y tiempo que podrían dedicarlo en algo que si resultaría”, comentó.
El pasado mes de agosto se graduó la novena generación de MCCT y suman 248 los egresados que ya trabajan en oficinas de transferencia tecnológica de universidades y centros de investigación de todo el país.


Aunque la beca toca aspectos de ciencia y tecnología, en realidad va dirigida a directivos de empresas, directores de innovación, gerentes de planta, tecnólogos, investigadores, personal de oficinas de transferencia de tecnología y hasta personal de gobierno, los cuales deben acudir cuatro días a la semana a dicho curso.

Nodos de investigación
A partir de la Maestría en Ciencias en Comercialización de la Ciencia y Tecnología, el CIMAV lanzó su programa de Nodos Binacionales de Innovación (NOBI), con los que apoyan proyectos de investigación que puedan derivar en nuevos productos.


Actualmente existen ocho nodos distribuidos en Monterrey, la Ciudad de México, Querétaro, Yucatán y Sinaloa.
Los equipos, conformados por un investigador, un mentor de negocio y un emprendedor, reciben una bolsa de 60 mil pesos para que hagan una investigación de mercado y determinen si su proyecto tiene un mercado meta o debería ser desechado para buscar una nueva idea.
“Tienen una bolsa de 60 mil pesos y tienen que regresarnos 100 entrevistas con clientes las cuales deben ser presenciales, con lo que se puede validar si su método o su hipótesis de negocio es correcta”, comentó.


La idea de los Nodos Binacionales de Innovación proviene de Estados Unidos, donde se han realizado estos ejercicios durante siete años. Allá, han sido capacitados más de mil 200 equipos. Y en México, el CIMAV ha apoyado a 120 equipos.
“Las estadísticas allá después de 6 ó 7 años es que poco menos de la mitad de los equipos se constituyen en empresas y atraen a alrededor de 160,000 dólares”, dijo Aguirre Tostado.