Como pocas veces en su historia, la industria automotriz enfrenta uno de sus mayores retos, pues además de los cambios en el portafolio de productos y en la adopción de nuevas tecnologías; a raíz de la pandemia se ha experimentado una amplia disrupción en los patrones de producción y preferencias de los consumidores, aunado a una caída significativa en ventas y en la inversión productiva, tanto privada como pública.
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< Ante los cambios que ya venía registrando el sector automotriz a nivel global, sumado al escenario de pandemia, se espera una disrupción en los patrones de producción y preferencias de los consumidores, aunado a una caída significativa en ventas y en la inversión productiva, tanto privada como pública. >

De acuerdo con Francisco Bautista, Socio Líder del Segmento de Manufactura Avanzada y Movilidad de EY, si bien es cierto que el ritmo de cambio se ha acelerado en todas las industrias, la forma en que los vehículos son comprados, distribuidos y reparados cambiará drásticamente.

“Las concesionarias de autos se enfrentan con olas disruptivas provenientes de diversas direcciones como el desarrollo de nuevas soluciones de movilidad (…)”, señaló.

Esto, agregó, se suma a un panorama incierto y de crisis del cual todavía no se recupera el sector; prueba de ello, es que en México, en el periodo de enero a septiembre de 2020, México registró una caída de 30.5% en la venta de vehículos ligeros, con respecto al mismo periodo del año anterior.

El país representa el 18% de la producción automotriz en América, teniendo a Estados Unidos como su principal socio comercial en exportaciones con el 82.7% e importaciones con el 34%, por lo que esta disminución es significativa.

La industria automotriz, al igual que otros sectores, se enfrentan a nuevas tendencias y cambios.
» La industria automotriz, al igual que otros sectores, se enfrentan a nuevas tendencias y cambios.
Este no es un panorama alentador, dijo, pues la expectativa actualizada para el cierre de 2020, estima una disminución de las ventas de vehículos ligeros de 28.3 por ciento.
En este contexto, Bautista planteó durante el seminario “El futuro de la industria automotriz”, una serie de perspectivas de comportamiento de la industria automotriz, de manufactura avanzada y movilidad, entre las que destacó, para la industria automotriz una baja demanda en vehículos nuevos, por la caída en el gasto de los consumidores en bienes no esenciales.

Asimismo, auguró una tendencia en la industria a la transformación digital, conectividad y customización en vehículos, además de omnicanalidad enfocada a la experiencia digital y ventas en línea.
Para la industria de la manufactura destacó que se espera una transformación hacia modelos de producción más resilientes y flexibles en la cadena de suministro; así como una manufactura más sustentable por presiones regulatorias y cambio en preferencias del consumidor; modelos conectados a través de la industria 4.0; caída en el mercado doméstico y falta de mano de obra calificada.

Cambios con el T-MEC


Bautista resaltó que la reciente firma del T-MEC traerá impacto en costos, restricciones y un más restrictivo ambiente regulatorio.
“Dicho tratado trae consigo nuevos retos que las empresas en México deberán enfrentar para mantener su competitividad gracias a la complejidad añadida en el cumplimiento de las reglas de valor de contenido regional y laboral.

Todo ello, dijo, cobra relevancia en el nuevo contexto de la ‘nueva normalidad’, ya que el sector manufacturero en México es uno de los más relevantes en materia económica para el país, pues representa el 27% del Producto Interno Bruto (PIB) y genera más de cuatro millones de empleos, posicionándose como el principal sector tractor de inversión extranjera directa, fuertemente focalizado en algunos estados como Coahuila, Querétaro, Estados de México, Aguascalientes, Guanajuato, Puebla y San Luis Potosí.