Cuando Giselle Mendoza Rocha tenía 14 años, dos cosas le hicieron ver con claridad su propósito de vida: el entorno social en que vivía y la necesidad de disminuir la contaminación en el mundo. Estos dos detalles la llevaron a innovar y a crear una empresa ecológica, objetivo que está muy cerca de alcanzar.
Hoy, la joven de 21 años de edad, que estudia la carrera de economía en el Tecnológico de Monterrey está afinando los últimos detalles antes de hacer su sueño realidad: proteger al medio ambiente al crear un bioplástico que proviene de las cáscaras de la naranja y el bagazo.
El material tiene cualidades que lo convierten en un excelente sustituto de las resinas comúnmente utilizadas en la industria de inyección de plástico y podrá, en un par de años, ser materia prima para las grandes empresas.

Giselle Mendoza Rocha, de 21 años, desarrolló un plástico biodegradable con cualidades atractivas para la industria.
» Giselle Mendoza Rocha, de 21 años, desarrolló un plástico biodegradable con cualidades atractivas para la industria.

“Decidí convertir la tristeza y coraje en una solución tangible que realmente contribuyera a empujar este tipo de problemáticas. No tenía idea de cómo hacerlo, mi flashazo fue “un bioplástico a nivel industrial”, sí, pero no dimensioné lo que implicaba y mi determinación fue tan grande que, aunque se presentaron retos tan grandes, sigo de pie y buscando una o mil maneras para seguir caminando”, relató la joven innovadora.
GECO, la razón social de su proyecto es un bioplástico que sustituye los componentes plásticos derivados del petróleo, elaborado a partir del desecho de la naranja, es decir, la cáscara y el bagazo, lo que lo convierte en un material 100% biodegradable.
“Es muy versátil ya que tiene propiedades que son de interés para la industria, alto nivel de cristalinidad, resistencia y flexibilidad, lo cual le da un alcance mayor de propiedades que pueden ser adaptadas a las necesidades de clientes interesados”, explicó.
El material tiene también la cualidad de presentar alta resistencia térmica y lo hace idóneo para ser inyectado en máquinas de moldeo de plástico.


El enfoque actual del proyecto es satisfacer la parte del envasado y embalaje que es la venta de resinas plásticas, de tal modo que las empresas no tengan que realizar una inversión en sus plantas para lograr sustituir la materia prima.
Del material que han logrado desarrollar también podrán salir varias aplicaciones que serán útiles a la industria de biomedicina, embalaje de alimentos, agricultura y una serie de subproductos como la pectina, aceites esenciales, entre otros.
Se espera que dentro de un año comience el desarrollo en masa de este material para abastecer la necesidad de pequeños productores, aunque su creadora aseguró que existe interés entre las grandes empresas por integrar el bioplástico a su cadena de suministro.
Cuando el proyecto termine de ser consolidado incrementará su producción de 30 a 50 veces y tendrá un costo más bajo y rentable, incluso por debajo del precio actual de las resinas derivadas de petróleo en el mercado.


Apoyo del proyecto
El equipo de GECO está conformado por unas ocho personas, estudiantes, académicos y un equipo legal, además de una red de mentores que Giselle ha tejido a lo largo de su carrera universitaria.
Originaria de Fresnillo, Zacatecas, pero radicada en Durango durante su juventud, Giselle fue distinguida en 2015 por su activismo social con la beca Líderes de Mañana, lo que le permitió realizar sus estudios en el Tecnológico de Monterrey.
Durante febrero, su proyecto resultó ganador del premio Global Student Entrepreneur Awards (GSEA) en México y ahora GECO competirá en la final internacional del Global Student Entrepeneur Awards, a celebrarse del 14 al 16 de abril en Toronto, Canadá.


Tabla informativa
Dato:
-9 millones de toneladas de plástico al año son desechadas en el mar
-5 % del plástico producido a nivel mundial se recicla
-México tiene la cantidad de desechos orgánicos para satisfacer un quinto de la demanda mundial de plástico
-28 de 32 estados en México producen naranja
-México es el 5to productor mundial de naranja, sin embargo, del 60 al 65% de esta fruta se tira