El mundo de la innovación en las industrias ha jugado un papel fundamental en la competitividad mundial, ya que cada vez más empresas han comenzado a apostarle al desarrollo de tecnología, con el fin de generar nuevos productos de valor agregado.

Mauricio Ramos, Presidente de Unmanned Systems Technology International (USTI) y Jorge Llamas, Director General de USTI.
» Mauricio Ramos, Presidente de Unmanned Systems Technology International (USTI) y Jorge Llamas, Director General de USTI.
En este mismo sentido, la industria aeroespacial es uno de los sectores que ha marcado la pauta para el desarrollo de nuevas tecnologías, pues cada vez más se utilizan aviones para el uso comercial o privado.

Y en la actualidad, ha surgido una nueva clase de productos que forman parte de la industria aeronáutica: las aeronaves no tripuladas (UAV por sus siglas en inglés),o mejor conocidas como drones.

Dichas aeronaves son caracterizadas por ser aparatos pequeños que pueden ser controladas de manera remota a través de un software computacional, operado por un equipo de pilotos especializados en el tema.

Es gracias a su sistema de radiocontrol, radiocomunicación y piloto automático, que los
drones tienen la capacidad de cumplir todas las órdenes impuestas por los pilotos, razón por la que se destaca a los drones como uno de los productos más innovadores en los últimos tiempos.

Tan innovador ha sido el interés por esta clase de aeronaves no tripuladas, que la industria aeroespacial en todo el mundo, tiene un pronóstico favorable. Pues se estima que en los próximos 10 años, el mercado de los drones alcance ventas superiores a 90 mil millones de dólares.

Esta expectativa queda sustentada gracias a la enorme variedad de aplicaciones que se le puede dar a los artefactos aéreos. Pues si bien es cierto que dicha tecnología surgió durante la segunda guerra mundial para fines de uso militar, es hasta el día de hoy que las empresas han comenzado a desarrollarla para otra clase de actividades.

“En el siglo pasado los aviones tripulados eran usados solamente por los militares, pero después al paso de los años, estos se empezaron a utilizar para uso comercial. Lo mismo está pasando con los drones, actualmente casi el 90% es para uso militar, pero ya hay iniciativas para buscar otro tipo de aplicaciones”, señaló Arturo Galván, Gerente General de Dronetech.

Es aquí donde hay una gran área de oportunidad, ya que es posible utilizar las aeronaves no tripuladas para actividades que pudieran considerarse riesgosas para la vida del ser humano, por lo que un aspecto importante a evaluar es la forma de conservar la seguridad.

Entre algunas aplicaciones de los drones se destaca la supervisión de oleoductos en un terreno determinado para la industria petroquímica o la detección de posibles incendios en un sector natural.

No obstante estos drones también pueden ser utilizados en otros temas, tal es el caso de estudios topográficos, para analizar las magnitudes de un terreno, especificaciones, etcétera.

Otra de las aplicaciones en que comúnmente son utilizados, es en la toma de fotografías y videos aéreos, razón por la que compañías del giro de marketing, publicidad y turismo, usan estos aparatos para sus diversas estrategias, tal es el caso del pasado mundial de Brasil 2014, evento en que se aplicaron para captar momentos en los estadios.

“Tiene muchas aplicaciones, en el área de seguridad, investigación, supervisión, incluso logística, es factible poder transportar algo a través de ellos. Por ejemplo, en Japón son utilizados para apoyar las estrategias de fumigación o de fertilización”, explicó Mauricio Ramos, Presidente de Unmanned Systems Technology International (USTI).

Otro beneficios de las aeronaves no tripuladas, es que puede llegar a lugares o alturas que probablemente no podría con una nave tripulada por el riesgo de operación.

Por otra parte, el uso de aviones no tripulados también brinda una gran ventaja: el costo, el cual resulta más económico que una aeronave tripulada, tanto en compra como en renta.

“Uno de los beneficios es el costo, porque rentar un helicóptero puede oscilar entre 600 a mil 200 dólares por hora de vuelo, ahora imagínate rentar un jet. En el caso de una aeronave no tripulada varía entre 500 y 800 pesos la hora de operación”, externó el Presidente de USTI quien señaló que el costo de su equipo MX1 es 60% menor al que ofrece la competencia internacional.

Desarrollo 100% regiomontano

A nivel mundial existen compañías reconocidas por diseñar las aeronaves no tripuladas, pero México no se queda atrás en el tema. Pues hoy en día, existen algunas compañías que se dedican a desarrollar y diseñar estos artefactos para el mercado nacional e internacional.

Una de dichas compañías que ha comenzado a figurar en el mercado es Unmanned Systems Technology International (USTI), que gracias a su iniciativa podrá convertirse en la organización más representativa en este ámbito.

Localizada en el municipio de Apodaca, Nuevo León, la empresa es originaria de Nuevo León e inició su sueño a finales del 2009.

Conformados por un equipo de 10 ingenieros especialistas en la materia, USTI desarrolla el modelo MX1, el cual cuenta con una envergadura de seis metros de ala a ala y una longitud de tres metros, además de que pesa solamente 85 kilos.

Sin embargo, estas cualidades de la aeronave son gracias al desarrollo por parte de USTI, pues la empresa regiomontana diseña todo el fuselaje y alas de los drones, asimismo dicho equipo le ha llevado varios años de estudio para determinar qué motor es el indicado, qué materiales son los mejores y qué tecnología requiere para competir contra los mejores del mundo.

USTI destaca también por haber desarrollado el sistema de frenos de la aeronave, así como la elaboración de un software especial para la operación del aparato.

“El sistema de transmisión de datos que tiene la aeronave posee un rango de hasta 100 o 120 kilómetros, lo cual permite que el equipo pueda transmitir en directo a una base que quizás pueda estar colocada a 30,40 o 50 kilómetros, lugar donde va a estar recibiendo la información de la misma”, explicó Mauricio Ramos, Presidente de USTI.

Cabe destacar que la empresa regiomontana tiene contemplado producir 10 equipos al año, los cuales son fabricados en base a fibra de carbono grado aeroespacial, insumo certificado por el US Department of State.

“Toda la aeronave de USTI está diseñada y fabricada con piezas e insumos de alta calidad, iguales a las que requiere un avión comercial, solo que para un equipo en menor escala. De hecho los cables que conforman nuestra nave son los mejores del sector aeroespacial. Nuestro MX1 es de gran durabilidad, muy resistente, realizado con materiales súper duros y muy ligeros, que ofrecen una vida de más de 10 años para el equipo. Además el cableado que utiliza USTI tiene certificado militar. Y la nave no tripulada MX1 sigue las normas de la NASA”, señaló Jorge Llamas, Director General de USTI.

Cabe agregar que USTI se destaca por ofrecer un servicio integral, que va desde la creación de la aeronave y la relación que ésta podrá tener con otro proveedor dependiendo del uso que se le vaya dar al dron. Además la empresa capacita a los pilotos no tripulados para que operen de manera correcta el artefacto.

Para la Presidente del Clúster Aeroespacial en Nuevo León, María Teresa Galindo, el tener en el estado a un fabricante de drones como lo es USTI es un gran orgullo, sobre todo porque está conformado por empresarios que han visualizado y entendido a dónde se dirige el mercado aeroespacial.

“Es gente que ha decidido apostarle a ese tipo de segmento y en la cual se vislumbra un gran éxito”, dijo Galindo.

A pesar de ser un nicho no tan popularizado, la fabricación de drones está conformada por una innovación y creatividad de ingenieros.

“Es un nicho que tiene aplicaciones infinitas, no solo para el área comercial, sino también para el área militar”, agregó la Presidenta del Aeroclúster en Nuevo León.

Para Galindo, la fabricación de drones puede ser muy relevante en el corto y mediano plazo, porque es el futuro de las aplicaciones que buscarán no solo compañías privadas, sino también dependencias de gobierno.

“La fabricación de drones no es algo muy común en el país, y que en Nuevo León tengamos a una compañía especializada y futurista como ésta, es muy valioso”, dijo Galindo.

Drones queretanos

Quetzal Aeroespacial es una empresa mexicana con cinco años en el mercado y desde Querétaro comenzará la producción de drones a partir de este año.
Alberto Ortega Sánchez, Director General de la empresa mencionó que a partir del este mes de marzo comenzarán con la producción de dos aeronaves por mes.

El directivo explicó que serán tres nuevos modelos de drones los que fabricarán y que serán dirigidos a los sectores de la construcción, hotelero, agricultura e ingeniería civil.
Se estima que el precio de dichos artefactos aéreos podrá oscilar entre los 160 mil pesos hasta un millón 600 mil pesos.

“Aun cuando algunos materiales vienen de otras partes del mundo, el diseño, la fabricación de piezas, y su incorporación así como los componentes, incluso electrónicos, son de nuestro país, lo que es relevante, pues cada vez más la innovación es mexicana”, señaló Ortega, quien agregó que visualizan un área de oportunidad para el crecimiento del segmento, ya que algunas constructoras en su momento requerían servicios de fotogrametría, que es una técnica para determinar las propiedades geométricas de los objetos y las situaciones espaciales a partir de imágenes fotográficas.

“Las expectativas que tenemos son muy altas y complicadas, porque los drones pueden empezar a cubrir un mercado con muy buena tecnología y lo que llama la atención es que aumenta la seguridad en las operaciones, en la seguridad de las personas y también reduce costos operativos” expresó Ortega.

Gracias a estas características, la aeronave tiene un alcance de 14 mil pies de altura y un rango de operación de autonomía de alrededor de siete horas.

Desarrollan drones con alto valor agregado

Otra de las empresas que ya se encuentra incursionando en el mundo de las aeronaves no tripuladas es Dronetech SAPI de C.V., compañía ubicada en el municipio de Monterrey, Nuevo León y que se dedica a la producción de aeronaves no tripuladas desarrolladas por capital humano mexicano.

“Nosotros empezamos el proyecto cuando éramos maestros del Tec de Monterrey, inició gracias a la inquietud de nuestros alumnos. Después nos independizamos y comenzamos el proyecto. Hoy en día diseñamos el avión y mandamos hacer los moldes para fabricarlos aquí, entonces a partir de ellos mandamos a hacer las alas, fuselaje”, manifestó Arturo Galván, Gerente General de Dronetech.

La empresa regiomontana cuenta con dos tipos de aviones no tripulados en su catálogo, conformado por el Albatross y el Pelican.
En el caso del primero tiene una envergadura de cinco metros, así como una longitud de tres metros, además de que dispone de dos motores de gasolina y pesa solamente 120 kilogramos. Gracias a estas características el equipo puede mantenerse en el aire hasta 60 horas con una velocidad de 100 kilómetros por hora.

Mientras que el Pelican es un poco más pequeño, pues cuenta con tres metros de envergadura y tiene la capacidad de autonomía de 12 horas. No obstante una de las ventajas de este modelo es que tiene la habilidad de despegar verticalmente, mientras que el Albatross lo hace de manera tradicional.

“Es mucho más sencillo despegar de manera vertical, para empezar no se requiere una pista, y para la computadora, es más fácil controlar un despegue vertical que uno tradicional”, explicó Galván.

Cabe destacar que Dronetech tiene una capacidad de producción y desarrollo de 10 aeronaves no tripuladas por año, las cuales se realizan bajo altos estándares de calidad para que su sistema cumpla todos los requerimientos de los clientes.

Asimismo los drones de la empresa regiomontana son producidos en base a fibra de vidrio de grado aeronáutico, así como algunas fibras de carbono.