De acuerdo al Dr. Gibrán Alemán, investigador del Centro del Agua para América Latina y el Caribe (CDA) del Tecnológico de Monterrey, un problema relacionado con la producción de tequila es la cantidad de residuos que genera la misma industria, en particular las aguas residuales llamadas “vinazas”, un subproducto de la destilación del tequila.

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Las vinazas tienen un pH menor a 3.9 y una demanda biológica de oxigeno (DBO) de 30 mil a 60 mil partes por millón (ppm), por lo que este tipo de residuos afectan de forma grave a los cuerpos de agua si son descargados directamente, sin ningún tratamiento, además de generar grandes costos económicos para su tratamiento.

Desafortunadamente, esto sucede con más frecuencia de la que uno se imaginaría. De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, de la generación total de vinazas, 30% se descarga a ríos y afluentes; 30 % está saneada, el 3 % lo tiene de forma parcial y 37 % no tiene ningún control en la alcalinidad y la temperatura, de las cuales; a este último porcentaje corresponden las acciones de la mayoría de empresas tequileras medianas y pequeñas.

Esto significa que, del gran total, 12 % no tiene ningún tratamiento. Es por ello que, liderado por el Dr. Roberto Parra Saldívar, profesor-investigador del CDA y coordinado por el Dr. Alemán en sinergia con las empresas SELFTEC y Safe Environment en el Centro del Agua para América Latina y el Caribe del Tecnológico de Monterrey, se llevó a cabo un proyecto de alta tecnología para desarrollar un proceso innovador de pre-tratamiento de vinazas tequileras.

Dicho proceso se realizó mediante un sistema de electrocoagulación, que ha permitido diseñar un reactor anaeróbico de flujo ascendente; esto incide en la disminución de los parámetros de turbidez, pH, demanda química de oxígeno (DQO) y demanda biológica de oxígeno, con ello, se obtiene un agua menos contaminada y bajar un 80% la cantidad de demanda química de oxígeno presente en la vinaza original.

Para realizar exitosamente este proyecto se requirió de la participación de expertos en electroquímica, electrónica, tecnologías de información, procesos anaerobios, modelaje y simulación.