Las causas en general de las quemaduras son las siguientes: térmicas, por radiación, eléctricas y químicas.
Una quemadura química es aquella que es producida por sustancias líquidas, sólidas o gaseosas de origen ácido o base (álcalis).

Otro aspecto es que generalmente no presentan una gran extensión, menos del 10% de los pacientes, presentan más de un 20% de superficie corporal quemada, lo que provoca que muchas ocasiones no se dé la importancia requerida a estas lesiones. El efecto nocivo de algunos químicos puede durar hasta una semana después de la exposición lo que provoca una lesión más grave.
Causas
El manejo de una innumerable cantidad de sustancias químicas en el ámbito laboral pone en riesgo a cualquier trabajador que las manipule.
Las actividades agrícolas y la industria minera son las que presentan un mayor índice de trabajadores con quemaduras de este tipo. Las empresas fabricantes o distribuidoras de químicos tienen una incidencia baja, esto seguramente es debido a que los trabajadores reciben capacitación frecuente respecto a los riesgos y cómo manipular adecuadamente las sustancias.
Los productos químicos peligrosos para piel, conjuntiva y mucosas, se clasifican en ácidos y álcalis. Las soluciones o sólidos ácidos corrosivos peligrosos son aquellos con un pH igual o menor de 3.5 y los álcalis líquidos o sólidos cáusticos son aquellos con un pH comprendido entre 11.5 y 14. Este aspecto es importante para comprender la gravedad de las lesiones por salpicaduras químicas.
Los compuestos inorgánicos más corrosivos son ácido clorhídrico, ácido sulfúrico se usa en gran escala en la producción hidrometalúrgica de la minería de cobre, ácido fluorhídrico, ácido nítrico, ácido selénico y ácido crómico (agente oxidante).
Los ácidos orgánicos más corrosivos son ácido fórmico, ácido acético, (de frecuente uso en laboratorio clínico y bioquímico), ácido ftálico y ácido fénico (también llamado fenol o ácido carbólico).
El principal problema del contacto con químicos es la absorción a través de la piel, lo que va a provocar su distribución por sangre a diferentes partes del cuerpo, afectando principalmente a riñones, pulmones e hígado.
Una vez que una persona es impregnada de alguna sustancia, tiene como máximo un minuto para evitar que ésta penetre al organismo, entre más tiempo pase sin que una persona reciba atención inmediata, el químico penetrará más en el cuerpo y los daños a los diferentes órganos serán inminentes y en muchas ocasiones irreversibles, aparte de las lesiones provocadas a los tejidos y piel.
Prevención
La forma más eficaz de prevenir este tipo de lesiones, es a través de la capacitación continua de los trabajadores.
Todo aquel empleado que manipule sustancias químicas peligrosas, debe de conocer el riesgo al que se enfrentan.
El uso del Equipo de Protección Personal adecuado para cada proceso es fundamental para evitar lesiones provocadas por salpicaduras de químicos.
Dr. Marcos G. Montiel Reyes
Responsable del Servicio Médico
marcosgmdr@gmail.com