El boom que experimenta la industria automotriz en México continuará reflejándose, producto de la inversión proyectada captar principalmente de origen japonés y alemán, lo que consolidará al país entre las primeras cinco potencias productoras de autos y camiones del mundo en los próximos años.

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Lo anterior se asegura el estudio denominado “Situación Regional Sectorial México Segundo Semestre 2015” elaborado por BBVA Bancomer.
Las inversiones del sector automotriz que espera seguir captado el país, le conllevan a enfrentar algunos retos, entre ellos: dotar de capital humano necesario para apoyar su crecimiento

Además de que el éxito de los proveedores de la cadena de suministro (Tier 1, Tier 2 y Tier 3) dependerá del desarrollo e innovación de sus productos.
También se deben modernizar y amplar la infraestructura que se demanda como vías férreas, terrestres y marítimas para transportar los vehículos al consumidor final y la habilidad logística para realizarlo en su momento.

Otro reto no menos importante, es cómo podemos desarrollar el mercado local para apoyar el crecimiento de esta sorprendente industria automotriz.

Evolución de la industria automotriz

En 2015 la contribución de la industria automotriz en México será de 3.3% del Producto Interno Bruto (PIB), 57.4% mayor al 2.1% del 2008 (año de la recesión mundial) y previo a la reestructuración de la industria en Estados Unidos.

Asimismo, a abril de 2015 el sector empleó a cerca de 759 mil personas, 69% más con respecto a diciembre 2008 y contribuyó con 22% del empleo manufacturero.

Así, en los últimos años, la industria ha sido un importante impulsor del crecimiento de la manufactura y del empleo, amortiguando el relativo lento crecimiento de los sectores manufactureros no vinculados con la automotriz.

Asimismo, el sector ha impactado positivamente la balanza comercial, sobre todo ahora cuando el menor volumen exportado de petróleo y la abrupta caída del precio han propiciado una importante reducción de los ingresos por este concepto, mismos que se han visto compensados por un saldo positivo y creciente de las exportaciones del sector automotriz.

Industria fuertemente integrada a EU

No solo los salarios competitivos están impulsando la producción de automóviles en México, es también la proximidad a Estados Unidos y una cadena de suministro de autopartes altamente integrada que se ha desarrollado entre ambos países.

De hecho, dice el estudio, los componentes de un vehículo pueden cruzar la frontera varias veces agregando valor antes de que el producto final salga de la línea de producción.

Esta cadena de valor ha incrementado la interdependencia entre países con un creciente flujo de insumos intermedios, pero también contribuye a hacer a las economías de la región más resistentes ante choques adversos.

Por ejemplo, las importaciones de autopartes de México desde Estados Unidos representan 60%, situación que permite que un auto fabricado en el vecino país del norte tenga alrededor del 30% del valor de sus componentes manufacturado en México.

Si esas autopartes se produjeran en Estados Unidos es probable que el vehículo perdiera competitividad frente a competidores coreanos o japoneses, además de un elevado y creciente volumen de vehículos exportados de México hacia Estados Unidos, 60% de la producción total de México.

Las exportaciones al resto del mundo también han sido crecientes aunque en los últimos dos años se han visto frenadas por posturas proteccionistas de Brasil y Argentina, así como por una menor demanda de Europa (-32%)